Perfiles Urbanos
Una persona diferente

Romina Bazán, una mujer con la mitad de su vida consumida en las calles

La trabajadora incansable Romina Bazán.
Toda su vida se dedicó a buscar la manera de ganarse el pan.

Detrás de esa sonrisa de siempre, hay una historia. Como diría Gabriel García Márquez, la vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir. Y ante cada perfil urbano de NOVA, uno lo puede justificar cada día más.

En esta oportunidad aparece Romina Bazán, una mujer con trayectoria en sus espaldas. Conocimiento pleno de lo que es la nocturnidad de la ciudad de Mar del Plata. "Hay tantas historias que uno tiene, y la gran mayoría prefiero que se quede en silencio", sentenció.

Sin ir más lejos, llegó a trabajar de cuidacoches en la zona del centro, casi siempre ubicada en la esquina de Belgrano y Corrientes, ya sea o no plena temporada de Mar del Plata. Con los teatros estallados de gente. Lo raro, que siendo mujer no tuviera inconvenientes en ser "trapito".

"Yo siempre intenté ser centrada en que tenía que trabajar", aseveró a este medio. Y añadió: "Jamás robé. Cada vicio mío fue pagado con plata honrada. Prefiero morir de hambre o no consumir mis drogas, antes que quitarle a otra persona".

Según comentó, cambia de número continuamente debido a que la falta de dinero a veces la lleva a tener que "vender los teléfonos celulares para comprar cocaína o algo de marihuana". Por lo tanto, Romina el gran porcentaje de las semanas termina quedando incomunicada.

"Como no me llevo con la tecnología y siempre prefiero manejarme con dinero en efectivo, no le doy bola al celular. No es algo indispensable. A parte nunca ando con tanta plata encima", expresó a NOVA.

A su vez, le contó a este portal que ha llegado a estar parada en las esquinas de la ya antigua Zona Roja de Mar del Plata que se ubicaba en el centro. "Una conocida mía me dijo de ir, que no me pasaría nada. Y encima plata fácil. Así que me sirvió un tiempo", indicó.

Del mismo modo, Romina Bazán llegó a decir que "me salvé de la Policía en más de una oportunidad, porque siempre que ví alguna luz, prefería irme a mi casa. Porque sino es peligroso. Además no soy de tener los documentos encima. Los pierdo. Por lo tanto, ante algo raro, me iba. Siempre me salvé".

En la actualidad dice estar mejor Romina. Si bien las drogas están presente en su vida, se encuentra terminando el secundario en un ente educativo nocturno y piensa en evolucionar para bien. "Mi prioridad es demostrarme a mí misma hasta donde puedo llegar", cerró.

Ante todo lo referido, es propicio dejar en claro que Romina Bazán ha transitado una vida con mucha cuerda por delante. Pero lo increíble es la recuperación dinámica que ha llegado a tener. Y como siempre, con una sonrisa en el rostro.

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