Perfiles Urbanos
Una vida de más

VIDEO | Alejandro Quiroga, el hombre que obtuvo una oportunidad más

Alejandro Horacio Quiroga, festejando uno de sus cumpleaños.
Intenta vivir la vida con sus amigos, en esta segunda oportunidad.

Una noche decidió subirse a su moto para ir a bailar. Pero decidió no usarlo, a pesar de que su madre le insistió. Al día siguiente, debajo de la lluvia, la llamaron a esta última para decirle que su hijo se encontraba tendido en el asfalto.

Una camioneta improvista abrió su puerta sin mirar quién venía detrás. Era Alejandro Horacio Quiroga, el cual terminó en el Hospital Regional de Mar del Plata, con tan solo 24 horas de vida, según comunicaban los médicos.

Pasadas las horas, Dios le dio más tiempo en este mundo. 36, 48, 60, 72 y así hasta darlo como un hombre en coma hasta nuevo aviso.

"La ambulancia llegó. Me subieron en la camilla y, como en las películas, la enfermera se subió encima mío, mientras el vehículo pedía paso con la sirena", reveló a NOVA el protagonista que le contó su madre y testigos. Y añadió: "Por un microsegundo me salvé la verdad".

Pasado ello, Alejandro entró en un estado de coma. Y despertó con el pasar de los días. Sin poder creerlo. Tras un mes.

Sin hablar, con el hemisferio derecho del cuerpo ralentizado debido al accidente... Así volvió a este mundo. Conocidos de él afirman que verlo hoy "caminando, hablando y hasta trabajando", es cosa de un milagro divino.

Su madre, hermanos y hasta amigos, repiten lo mismo: "Volvió a nacer. Dios no quería llevárselo. Gracias a obra del destino". Si bien aquello pasó, hoy habla, camina y apenas tiene una secuela respecto a lo físico.

Ahora bien, aquel fatal accidente del año 2008, provocó además que en su línea temporal pierda algunos hechos importantes de su vida: su trabajo como taxista luego de abandonar el Ejército Argentino, mascotas que tuvo y hasta el mismo siniestro.

Quedaron cosas. Los nacimientos de sus cuatro hijos y los momentos más bellos con su familia.

"Si bien desapareció alguna que otra anécdota. Me quedé con lo que más me importa. Y otra oportunidad como la que me ofreció Dios, te cambia. Hoy prefiero transitar a lo máximo. Dejar lo que no suma de lado", concluyó a NOVA Horacio.

Por último, hasta se dio el gusto de llevar más allá su vida. Ahora, se encargó de abrirse su taller para poner a prueba su creatividad en autos y así ayudar a su madre. Dejó las motos y se dedica a hacer lo que más le gusta.

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