Perfiles Urbanos
Todos los condimentos en una persona

Micaela Lourdes Fraga, una joven que vivió demasiado en pocos años de vida

Micaela Lourdes Fraga, a veces conocida con su apellido artístico "Lastorres".
Vivió una vida llena de emociones, con tan solo 20 años de edad.
Tuvo un pasado como escort en Mar del Plata.

Micaela Lourdes Fraga tiene 20 años de edad y es nacida en la ciudad de Mar del Plata, sin embargo, ella afirmó en diálogo con NOVA que su vida inició cuando se fue de su casa en el 2020. Luego de lo que fue la Pandemia por el Covid-19 en Argentina. “Tenía que hacer mis cosas”, sentenció.

Hoy se considera una persona religiosa, “lo cual en un tiempo abandonó”, tras pasar por muchas cosas, desde la mismísima pobreza hasta siendo protagonista de un pasado volcado a la prostitución. Momentos que dejó atrás para ser una “mujer totalmente nueva”.

La oscura etapa de la lujuria

Micaela tuvo una etapa controversial en lo que resultó el mundo de la prostitución, tras haberse encontrado en un “club swinger”, en dónde el dueño del lugar (propietario del sitio web de escorts Skokka) le habría ofrecido trabajar para él, bajo dos seudónimos. “Me gustó vivir. No me obligaban. Era decisión mía estar con quién yo quisiera”, remarcó a este portal “Mica”.

“Cuando me separé, hace un tiempo ya, me dije: ‘Voy a hacer todo lo que no hice con él’. Necesitaba conocerme a mí y experimentar”, relató. A lo que añadió: “Me veía con chicos todas las noches. Terminaba de ver a uno y enseguida me encontraba con otro. Era así mi vida en la última temporada”.

Ella al sexo lo vivió como un vicio, ya que se considera “plena” en el ámbito mismo. “Un momento de mi vida que experimenté y no me arrepiento. Pero sí fue un pequeño tiempo, en el cual quizás lo habré utilizado para tapar otras cosas”, señaló.

Como anécdotas, Micaela contó que “con una amiga estábamos en una casa con conocidos militares que estaban de vacaciones. Eran como 10. Estaba charlando con uno de ellos y, de un momento a otro, mi compañera se encontraba manteniendo relaciones con todo el resto”.

“Mientras tanto, el muchacho con el que estaba me empezó a acariciar. Lo cual terminó en una orgía en un PH. De todos los colores había”, recordó con algo de risas y asentando que tiene algunos flashes, pero tampoco tanto.

Todo quedó atrás

A pesar de haber estado en el mundo de la oferta sexual, asimiló que “jamás probé las drogas, el alcohol y todo eso. No me llamó la atención, siendo que es moneda corriente en ese mundo”. Ni tampoco se sintió atraída por el dinero de ello. “Mi felicidad pasa más por las cosas simples”, expresó.

Actualmente, conoció y encontró a una persona (de la cual no quiso dar el nombre), que la comprendió y aceptó con su pasado. Ambos se apoyan por hoy, y asevera que se refugian en “la Iglesia y entender que todo se supera y cada error es una enseñanza para no volver cometerlos”.

“No está muy lindo haber vivido todo esto. Más a mi temprana edad”, resaltó a NOVA. Y siguió: “Me hubiese gustado pasar por una infancia con cariño familiar y esas cosas. Para ser mujer, considero que me fui temprano de casa. De la nada pasé a ser adulta: trabajo, alquiler y estudio. Uno no sabe para qué lado salir”.

Por último, Micaela dejó como conclusión: “Hay personas que sienten que es mejor ir por el camino fácil, pero yo prefiero luchar. Por ejemplo, vengo de una familia con violencia, alcohol, drogas y todo. Soy la segunda hija de 10 hermanos. Pasé por mucho. Hay gente que me conoce desde chica y, cuando me cruzan, dicen: ‘¡Fua! Estás bien’. El día que tenga la mía propia, quiero que no sea de la misma manera. Y eso me llena el alma. Marcar una diferencia”.

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