Por Mario Casalongue, de la Redacción de NOVA
¡Gloria! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!. Celebremos el fallo de la Suprema Corte, que nos permitirá contar con una Ley de Medios Nacional y Popular. ¡Viva la Santa Federación! ¡Mueran los salvajes unitarios! (no sé qué tendrá que ver con el tema en cuestión, pero suena revolucionario).
Por fin se terminan las mentiras de Clarín y su grupo de cagatintas. Ya basta de hacernos creer que en el país abunda la inseguridad de punta a punta. Jamás estuvimos tan tranquilos como ahora. El multimedios monopólico retrata a dos nenes jugando con revólveres de cebitas, y al toque inventa asaltos y muertes por doquier. No tienen perdón de Dios.
Otra falacia, la corrupción. La inmensa fortuna que tiene la presi es merced a su carrera de abogada exitosa. Que nunca haya ejercido es un detalle sin importancia que solo contemplan Magnetto y sus secuaces. Amado Boudou posee varios departamentos en Puerto Madero fruto de una herencia de un abuelo turco, Amad-El-Bolud, quien supo ganar fortunas vendiendo baratijas en la Campaña del Desierto, hace como cien años, o más.
Otra falsedad: argentinos pasando miseria, y aborígenes quom muriéndose de hambre en el Impenetrable chaqueño y en Formosa. Embusteros. Yo mismo he visto con mis propios ojos al cacique Rogelio del barrio toba de La Plata y a todos sus seguidores comiendo salmón ahumado en el Hilton y tomando champagne en Las Cañitas con Leo Fariña, enfiestados con Patora, la hermana del millonario indio Patoruzú, que derrocha patacones por doquier.
Otro forro: el gordo Sanata, fiel referente de la corpo y la opo, además de envidioso y resentido. Nos quiso hacer creer que la inundación de La Plata por falta de infraestructura dejó más de cien muertos, y el pobre bobo no se percató de que estaban filmando un video de Juan Ramón cantando “Venecia sin ti”, y que aprovecharon unos charcos de agua casuales en un bache para simular un paisaje de la mítica ciudad italiana.
Otro bolazo grande como una casa: la inflación. Con seis pesos ayer pude llenar un changuito de mercadería que rebalsaba. Y eso que no llevé cien pesos, si no desabastezco todo el supermercado. ¿Y los salarios? El que se queja, lo hace de lleno, o porque Clarín le come la croqueta. Con 1.200 pesos por mes que gana un empleado municipal te podés ir a Cancún con toda tu familia, y te sobra plata.
Y que no me digan que hay cepo al dólar, porque hace un mes me recorrí toda Europa con cinco dólares pedorros que me prestó el compañero Guillermo Moreno, y la pasé de lo lindo en la casa que Mariotto tiene en Marbella, jugando al metegol, comiendo torta y tocándole el culo a las minas en la playa, para salir hecho un cohete. Soy un jodón bárbaro, por eso los locos de La Cámpora me invitan a los asados para que les anime el fogón contando boludeces para hacerlos reír.
Se acabó el monopolio informativo con la aplicación de Ley de Medios. Basta de mentirle a la gente, mierda, carajo. A la puta madre con la cadena del desánimo. Como hizo Maduro en Venezuela, tendremos un Ministerio de la Felicidad.
Repartiremos pitos, matracas, guirnaldas, cotillón y espantasuegras y máscaras con la caripela de Néstor para festejar Halloween con el Chino Navarro asustando gente a cara lavada, junto a Roberto Baradel diez días sin bañarse oliendo a aromas del Ceamse, con perfume fabricado en el riachuelo, sin los peces que vio Cabandié.
Ya basta de mentirle a la gente, Clarín. Ahora sí que estás nerviosho. Ya no podés tergiversar la realidad. Salgamos todos a la calle a festejar. Tenemos Ley de Miedos … de Medios quise escribir, perdón. ¡Viva Néstor! ¡Viva Cristina! ¡Por otra década ganada! ¡Hasta la victoria siempre, carajo!
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