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VIDEO | Alejandra Bonci, la mujer detrás de la gestión deportiva e historia de Talleres de Mar del Plata

El interior del gimnasio en la sede deportiva.
La presidente del Club Atlético Talleres de Mar del Plata, Alejandra Bonci.
La sede de la entidad deportiva.
La sede se encuentra ubicada en Magallanes 3878, ciudad de Mar del Plata.
Son 14 las actividades que se realizan en el club.

Alejandra Bonci destaca por ser la única mujer del Partido de General Pueyrredón en estar al frente de una entidad deportiva, específicamente en el Club Atlético Talleres de Mar del Plata. Ahora bien, también sorprendió en convertirse en defensora del Pueblo, suplente.

"Mi mente está lineal a las necesidades de la gente que transita el club. Son cientos de familias que se encuentran aquí, no solo por la identidad. Más bien porque es parte de sus vidas. Como de la mía", señaló en diálogo con NOVA la máxima mandataria de la entidad.

Cuando los operarios metalúrgicos del Puerto de Mar del Plata decidieron en la década del veinte fundar un club dejaron marcado en su nombre el deporte que iba a justificar su existencia: le pusieron "Talleres Fútbol Club". Pero con el paso del tiempo, la pelota dejó de ser la gran protagonista y 8 décadas después la institución tiene una amplia vida social que le permite seguir existiendo.

Talleres tiene su sede ubicada en el corazón del Puerto: Magallanes 3878 (antes 3600). La institución sólo alquila el gimnasio de pesas que está ubicado en el primer piso a una empresa privada y el gimnasio de planta baja para que se hagan fiestas privadas.

Después, el club se hace a cargo de la amplia lista de actividades que practican los más de 500 socios. Fútbol, boxeo, hockey, gimnasia artística, patín artístico, judo, yoga, handball, tang soo do, circo y danza, son algunas de las 14 actividades que le dan vida social a la institución.

El jardín de infantes también es clave. "Nosotros a diferencia de otros clubes, tenemos muchas actividades más que el fútbol (el cual es muy importante). Pero esta es una institución social y deportiva. Lo que nosotros tratamos de hacer es brindarle a los socios un abanico de actividades. Queremos que desde chicos sientan pertenencia con el club", resaltó Bonci.

El sentido de pertenencia de los más jóvenes es uno de los principales objetivos en Talleres. Por eso, para este año la institución espera poder comprar una pantalla para que los chicos vayan a ver películas un sábado a la tarde y para los adolescentes armar una matiné. "Queremos que sientan al club, que no estén en la calle y estén acá adentro", contó la presidente a NOVA.

Además de la sede social, el club tiene su villa deportiva, ubicada en Rufino Inda y Mario Bravo. Ahí, más de 200 jóvenes juegan al fútbol. "Hay 6 personas que se ocupan de mantener todo el predio y de la coordinación del fútbol. Hacen un esfuerzo muy importante", subrayó.

La historia

La historia de Talleres Fútbol Club la comenzaron a escribir trabajadores de los talleres metalúrgicos "Llorente" del Puerto, cuando el 25 de mayo de 1927 fundaron la institución. En esos primeros años, la mayoría de sus integrantes eran españoles, por lo que decidieron llamar al club Barcelona.

Luego de participar de torneos barriales, el 23 de julio de 1931, la institución se afilió a la Liga Marplatense de Fútbol y empezó a llamarse Talleres. Desde ese momento, lució los colores rojo y amarillo.

Durante esos años, el club peleó mano a mano con Aldosivi por el reinado del Puerto y hasta en 1950 llegó a salir campeón. En esas épocas, el fútbol era la estrella de la institución, pero a sus famosos carnavales no se los quería perder nadie de la ciudad. Las calles del Puerto se llenaban de gente para asistir a las tradicionales celebraciones que hacía la institución.

Con el paso del tiempo, el fútbol y los carnavales fueron perdiendo importancia y el club comenzó a tener los mismos inconvenientes que la mayoría de las instituciones. Muchos socios se alejaron y su mantenimiento se hacía cada vez más difícil.

Pero, en la década del '90, el sindicalista Diego Ibáñez le dio un enorme impulso al club al remodelar toda la sede social y hasta cumplió el sueño de que abriera el jardín de infantes. En la actualidad, una placa en su puerta de ingreso lo recuerda en agradecimiento.

Ibáñez murió en un accidente de tránsito y no llegó a ver su inauguración. Pero su obra aún perdura. Su hijo Guillermo Ibáñez (asesinado en un secuestro) también fue homenajeado y un gimnasio lleva su nombre.

"A partir de ahí no tuvimos más apoyo de nadie. Todo lo que hacemos acá es ad honorem. Trabajamos en equipo por el bien del club. Toda la plata que tenemos sale de la cuota que se le cobra a los socios y a la gente que practica actividades", afirmó Bonci, quien llegó a la presidencia luego de reemplazar a Marta Zumpano, integrante de otra de las familias históricas de la institución.

Comentó que antes de asumir durante más de 20 años ocupó cargos en la comisión directiva del club. "Paso muchas horas del día acá adentro. Conozco cada lugar como si fuera mi casa", expresó.

A diferencia de otros clubes, en Talleres no hay preocupación por el futuro de la dirigencia: "Acá hay mucha gente joven que se involucra con el club y quiere participar. El futuro está asegurado porque ellos mismos son los que invitan a gente de su edad a acercarse a la institución y si tienen hijos también les inculcan el amor por el club", concluyó.

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