Del mismo modo, el proyecto indica que la idea es "fomentar la radicación de nuevos emprendimientos en este rubro". "Se estableció como una identidad local, aportando al crecimiento del ingreso y el empleo regional", se antela acerca de la fabricación de alcohol.

En lo que es respecto a los puntos que más destacan, se puede hacer foco en la disposición para manipular el Código de Ordenamiento Territorial (COT) y así favorecer este tipo de emprendimientos. Sobre la producción de bebidas espirituosas de gran volumen y con procesos tecnológicos que pueden poner en peligro la seguridad pública, por lo que la actividad requiere de estudios y permisos especiales para su habilitación.

Ante ello, la intención del Ejecutivo es que los destiladores caseros podrían ser incluidos en una clase similar a la de la producción de la cerveza artesanal. En otras palabras, como industria de mayor clase, según las especificaciones del COT.

Sin embargo, durante el debate legislativo, la oposición deslizó cuestionamientos en torno a las condiciones de seguridad de los potenciales emprendimientos. Sobre todo en aquellos casos en los que las destilerías están anexadas a los locales gastronómicos.