Nicolás Lauria, concejal de Juntos por el Cambio, tendría un curioso exceso en pagar por obtener algunos minutos de placer. Si bien se mantiene como una persona de familia para el exterior, puertas adentro le gustaría buscar placeres momentáneos.
Quedó expuesto en el momento que quiso elevar un proyecto de ordenanza, en donde curiosamente buscaba la mudanza de la Zona Roja. Dejando en claro que sus pares del espacio político estarían involucrados en el narcotráfico.
Con aquello último, puede dejarse en claro que su nombre no está tan relacionado, sin embargo afirmarían desde el círculo del Partido Fe que el ex basquetbolista es un cliente fijo de muchas prostitutas. “La mayoría entiende y sabe que tiene un afán por las mujeres fáciles, sin importar que tiene familia”, sentencian.
“Se gasta demasiado dinero en mujeres y no tiene filtro en comentarlo cuando habla con nosotros, y se regodea de que es lo que les hace”, anuncian desde el círculo íntimo del riñón político. Y no se cansan de añadir: “por ahora sabemos que tiene esa loca manía, pero con el resto de sustancias no tenemos ninguna data”.
Asimismo, aclaran que el edil Milrayita habría llegado a trasnocharse tanto que, sin remordimiento, llegaría bastante tarde a su labor en el Honorable Concejo Deliberante. Tal es así que se dormiría en su oficina, a tal punto que sus asesores deben despertarlo.
“Muchas veces llega dormido o pasan algunas horas de que no llega, por lo que es sabido que el día anterior anduvo haciendo de las suyas”, expresan con total indignación. Y se suman a las quejas: “descuida bastante la banca que le otorgaron los marplatenses, porque solo piensa en hacer lo posible para su bien propio”.
Desde el oficialismo lo visualizan como un estilo de político poco convencional, además que les parecía impropio el hecho de que fuera un deportista sin ninguna formación aparente. Todo ello sumado a que, sin saberlo de antemano, tiene costumbres insanas y que poco tienen de gestión misma.
El controversial proyecto del edil
El concejal por el Partido Fe quedó en el ojo de la tormenta tras elevar un proyecto para trasladar la Zona Roja a las inmediaciones del Estadio Mundialista. Lo cual trajo tanto fuego proveniente del oficialismo (internamente), hasta de la oposición.
Vale recalcar que, en las inmediaciones del José María Minella, se encuentran los campos de fútbol infantil del EMDER, el Club Atlético San José y el Centro Municipal de Hockey. Por lo tanto, destaca la presencia de muchas familias y la circulación de menores constante.
Acción Marplatense fue el bloque que más se encargó de abrir los cuestionamientos contra el edil, en manos de Horacio Taccone. A través de un hilo de Twitter expresó: “el proyecto es una de las actitudes más improvisadas e irresponsables que se hayan impulsado desde la función pública”.
“Los desafíos no se ´trasladan´, los problemas no se ocultan como si se tratara de poner residuos debajo de la alfombra”, argumentó el edil. “Zona Roja quiere decir trata, narcotráfico, violencia, complicidades, desidia e incapacidad ¿dónde sería correcto trasladar todo eso?”, añadió.
“Repudiamos la simplificación brutal del traslado”, concluyó el edil, quien propuso un “espacio mixto” junto a concejales, funcionarios, vecinos y fiscales para abordar la problemática.
Por dentro de los pasillos del municipio, se encargaron de sentenciar que "no es lo mismo picar una simple pelota, que ocupar un cargo en el Concejo Deliberante". Y agregan: "habría que pedir que haya secundario completo al menos".
Ante todo lo referido en esta nota, se puede dejar en claro la obsesión que tiene Nicolás Lauria con lo acontecido en la Zona Roja de la ciudad, desde los malos hasta los no tanto acorde a excesos. Ahora bien, ha quedado muy expuesto y deberá rendir cuentas para limpiar su imagen ya empapada.
