Martín Vestiga
Una producción de NOVA

Martín Vestiga y la mano larga de un intendente PRO con su par a plena luz del día

Martín Vestiga, un fiel colaborador de NOVA. (Dibujo: Fernando Rocchia)

Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión. Lo que nos pidan podemos

Pocos “lamebotas” amarillos de la prensa se hicieron presentes en el Foro de Intendentes PRO que se realizó el pasado viernes 11 de febrero en Mar del Plata. Siendo un antónimo de esas circunstancias, igual me ofrecí a ir, para acompañar al colega Elver Galarga, quien buscaba poder hacer alguna nota de color.

Al llegar, demasiados protocolos y pesos pesados de la política provincial bonaerense se hicieron presentes como los intendentes Julio Garro (La Plata), Néstor Grindetti (Lanús) y hasta Diego Valenzuela (Tres de Febrero). Pocas emociones y detalles, pero uno entiende que siempre con algo paga el tiempo de espera de las noticias. Hay que siempre estar tranquilos.

Este portal siempre se encarga de exponer las debilidades de los políticos, aquello que los demás medios nunca se animan a mostrar. Estar en el detalle. Y el Foro de Intendentes PRO el único condimento que tenía, era que dicho evento era como “contrasoporte” a la presentación del libro de Facundo Manes, en forma de mostrar el peso del radicalismo en Buenos Aires. Una pavada sin sentido.

De repente, cuando estaban todos los jefes comunales preparados en las afueras de Tío Curzio, avenida Colón 846, para realizar las fotos correspondientes ante la prensa, uno de ellos se sobrepasó con Soledad Martínez, la jefa comunal de Vicente López, lo cual la dejó colorada y paralizada.

- ¿Este tipo está loco? ¡Cómo se va a regalar así! – Elver Galarga se quedó mirando hacia todos lados, mientras ninguna periodista “sorora” de pañuelo verde se animó a escracharlo, ni en persona y, mucho menos, luego en los medios para los cuales trabajan.

- ¡Ustedes no pueden decir nada! Porque quisieran estar en mi lugar rodeado de mujeres hermosas. – Afirmó con total impunidad el intendente de voz ronca y con un pasado bastante comprometedor por su debilidad con las mujeres.

Vale recalcar que ni siquiera mostró culpabilidad por haberle tocado más allá de la cintura a su par comunal, y hasta la prensa misma generó alguna sonrisa incómoda y procedieron a continuar con el acto como si no hubiese pasado nada. Martínez tan solo se dignó a incomodarse y expresar con su rostro que se quería ir de allí.

-¿Todo va a seguir así? ¿nadie va a decir nada? – Hice énfasis a Elver, no pudiendo creer la impunidad de un tipo que, en primer lugar, no se sabe si es de Zona Norte del Gran Buenos Aires, o si bien pertenece a la ciudad que actualmente representa.

-¡Vestiga! Me extraña araña. Todos tienen que pasar a buscar el sobrecito de verdes los lunes por la oficia del Palacio Municipal. Y otros esperan que les llegue la bonificación por CVU. – Me explicó casi como vencido el colega.

¡Saca la mano, Antonio, que mamá está en la cocina!

Dale un beso a Lupita, que tu mami no nos mira

Saca la mano, Antonio, que me puedo entusiasmar

Y si mamá nos viera, nos tendremos que casar…

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