Guillermo Montenegro y los reclamos que no le corresponden
Es sabido que Provincia y Nación discriminan claramente a Mar del Plata mediante el Presupuesto y demás ramificaciones de gestión. Con lo cual es propicio dejar en claro que las desventajas de la política de “La Grieta” es sumamente mal proporcionada.
Algunos podrían echarle culpas al intendente Guillermo Montenegro por las falencias de infraestructura que se suscitan en la ciudad, sin embargo hay toda una ingeniería accesoria por detrás. Ello decanta en la Provincia.
Sin ir más lejos, el gobernador bonaerense Axel Kicillof es reconocido por mediatizar sus problemas con los Municipios amarillos, y restarles divisas, o bien ignorarlos. El caso de Mar del Plata es medias, ya que es necesario para su promoción política y no puede hacer la vista gorda.
Otro de los inconvenientes, resulta ser cada manifestación de la Unidad Piquetera (UP) en Mar del Plata, frente al Municipio de General Pueyrredón (MGP), casi señalando a Montenegro por los programas bonaerenses y nacionales, los cuales no están en su injerencia.
Si uno hace foco en los carteles o la imagen que da que los planeros se agrupen en las afueras de la Comuna, deja entrever como culpable a Montenegro de algo que no es. ¿Estrategia K o qué?
Los números son rojos, el sector privado agoniza y la gente no tiene un buen humor en todo ello. Tan solo se amortiguan en los Municipios amarillos con algunas medidas de soporte que algo desafixian a la persona.
Por ejemplo, Montenegro tomó la decisión de desburocratizar habilitaciones, reducir el salario de él y sus funcionarios, amén de reducir la planta municipal y hasta llegó a pensar en modificaciones públicas. Claramente, busca equiparar condiciones el jefe comunal.
Ante todo lo referido, es imprescindible sentenciar que Guillermo Montenegro tiene una pelea estrecha contra el Frente de Todos (FdT), más bien se enfrenta con Kicillof y su amigo el presidente Alberto Fernández. ¿En qué finalizará todo y para quiénes serán las culpas a ahogar?
