Política
"La grieta" saltó a la vista

El arco político completo marplatense repudió el ataque a Cristina, pero las diferencias partidarias fueron evidentes

Si bien Juntos por el Cambio compartió la resolución de rechazo contra los hechos, se ausentaron de la foto grupal debido a que el kirchnerismo "incumplió la palabra" y "copó el Concejo".

Tras el intento de asesinato contra Cristina Fernández de Kircher, no hubo dirigente marplatense de peso que no rechazara lo sucedido el jueves a la noche en las inmediaciones de la casa de la vicepresidente. Desde el intendente Guillermo Montenegro para abajo, todas las expresiones políticas locales, sociales, sindicales y de derechos humanos condenaron lo ocurrido y pidieron el esclarecimiento del hecho.

Sin embargo, a pesar del intento de mostrar unidad en el rechazo contra la violencia, las diferencias políticas entre los espacios se hicieron evidentes. El primer reflejo se produjo en el Concejo Deliberante, donde el oficialismo y la oposición mostraron disonancias a la hora de difundir la resolución de repudio.

“¿Qué pasó? ¿Por qué no estuvieron ahí?”. Las preguntas estallaban en los celulares de los concejales de Juntos por el Cambio el viernes a la mañana, cuando los bloques de la oposición leían el texto. “Nos incumplieron la palabra. Nos prometieron que iba a ser una foto de la Comisión de Labor Deliberativa y teníamos el Concejo copado por el kirchnerismo”, respondían embroncados los ediles de la UCR, el PRO y la Coalición Cívica.

Con la foto incompleta y una disconformidad por la decisión de JxC que se palpaba en el ambiente, la presidenta del bloque del Frente de Todos, Marina Santoro, presentó públicamente la declaración de repudio como una propuesta, cuando en realidad ya todos los concejales sabían que era el texto final.

Se había pulido en silencio y rápidamente pocos minutos antes, en la oficina del presidente del bloque oficialista, Agustín Neme. El kirchnerismo había llegado con una letra que expresaba el más enérgico repudio al atentado y convocaba a la comunidad “a rechazar todo acto y discurso de odio que lo único que promueven es la violencia social y golpean la vida democrática”. Los concejales del oficialismo local pidieron borrar esa última parte. El Frente de Todos no puso reparos. “Está bien. Lo importante es la foto conjunta”, confiaban, sin saber todavía que no se produciría.

Apenas le pusieron a la declaración el punto final, los concejales bajaron al recinto, donde había medios a los que se les había dicho que habría una conferencia de prensa, concejales del Frente de Ttodos, el senador Pablo Obeid y el titular de la Anses, Marcos Gutiérrez, entre otros. Una concurrencia que ni Neme ni la presidenta del bloque radical, Marianela Romero, esperaban. Contrariados ante la posibilidad de que las cámaras registrasen una foto asimétrica, ni bien se asomaron al recinto pegaron la vuelta y se fueron.

Los demás bloques opositores, que habían participado de las deliberaciones, confesaron que se había acordado que solo estuvieran los presidentes de bancada, pero el cambio de escenario no los hizo modificar los planes. Tanto Horacio Taccone, de Acción Marplatense, como Nicolás Lauría, de Creciendo Juntos, se quedaron para la foto. “Fue un error que el oficialismo no hiciera lo mismo”, musitaron por lo bajo.

La movilización posterior por las calles de Mar del Plata fue masiva. La protagonizaron decenas de organizaciones políticas, sociales, sindicales, familias y dirigentes del Frente de Todos. No alcanzó, sin embargo, el carácter de multipartidaria. Por respeto a la jornada que se estaba viviendo, ni el kirchnerismo ni el macrismo se reprocharon nada en voz alta. Pero los pases de factura pulularon en el off the record. Unos cuestionaron la ausencia de Montenegro, otros advirtieron que las exclusiones las generaron las consignas que se enarbolaron.

El punto de discordia fue la responsabilidad que el Gobierno le adjudicó a sectores políticos, mediáticos y judiciales en la propalación de los mensajes de odio. “Cuando leías entre líneas, los que ayudamos a que pasara lo que pasó éramos nosotros, la oposición. Esto es no entender la gravedad de la situación”, dijeron en el municipio.

Todo había comenzado en mejores términos. Con los principales dirigentes del Frente de Todos reconociendo la actitud del jefe comunal y de casi todo el oficialismo local. La única que se apartó de la cautela fue la consejera escolar Mónica Lence, del PRO. Compartió en Twitter comentarios que ponían en duda el atentado y que incluso sugerían que estaba “armado”.

La consejera fue reprendida por propios y ajenos. Los propios le reprocharon el impulso de tuitear sin aguardar la línea oficial. Los ajenos, con la consejera Eva Fernández a la cabeza, la expusieron y dijeron que reclamarán su expulsión, aunque luego decidieron sacar el pie del acelerador.

Ayer, Lence le pidió disculpas públicas al intendente, síntoma del barullo que generaron sus tuits en Juntos por el Cambio. Se escudó en su escasa experiencia política. “Todavía sigo viendo la realidad como ciudadana de a pie, no como una funcionaria política”, dijo. Pero no mostró signos de arrepentimiento y esparció nafta donde había fuego. Como para que nadie olvide que, aun en una de sus horas más oscuras y aunque se pregone otra cosa, Mar del Plata y el país siguen divididos.

Lectores: 294

Envianos tu comentario