En diálogo con un medio radial, Espinosa explicó que la interrupción del servicio obedeció a “una contingencia muy delicada” producida por “problemas ajenos a la compañía”, específicamente una baja de presión en la red de distribución que abastece a Mar del Plata. Este descenso en la presión activó los reguladores automáticos instalados en los nichos de gas domiciliarios, los cuales cortaron el suministro por razones de seguridad.

Frente a esta situación, el Comité de Crisis de la Municipalidad de General Pueyrredon activó el Protocolo de Crisis, concentrando todas las áreas operativas en el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM). Una de las medidas adoptadas fue la restricción del uso de gas en restaurantes y centros comerciales para priorizar la demanda residencial. “Se actuó muy rápidamente con el municipio, que tomó decisiones muy acertadas”, señaló Espinosa.

Durante la mañana del miércoles, desde la empresa informaron que comenzaron a notarse mejorías en el sistema de distribución y que ya se inició el procedimiento para restablecer el suministro en los hogares afectados.

Espinosa también remarcó que Camuzzi es solo “la instancia final” de una cadena energética que comienza con la extracción de gas por parte de los productores y su transporte por gasoductos troncales a los centros urbanos. “Ha habido inconvenientes aguas arriba de esa cadena que generaron que a Mar del Plata no nos llegue ni el volumen ni la presión necesaria para prestar el servicio como corresponde”, explicó.

Por último, desde la empresa distribuidora recordaron que la reconexión del servicio será realizada únicamente por personal autorizado y que los usuarios no deben intentar reactivar el suministro por cuenta propia. Para ello, Camuzzi habilitó las líneas de emergencia 0810-666-0810 y 0800-666-0810, disponibles las 24 horas, a fin de registrar cada caso y coordinar un operativo ágil y seguro de restitución.

La crisis energética evidenció nuevamente las vulnerabilidades del sistema de distribución en contextos de alta demanda y expuso la necesidad de reforzar la infraestructura para evitar que episodios de esta magnitud vuelvan a repetirse.