Perfiles Urbanos
Exclusivo de NOVA

VIDEO | Paulo, un reciclador de 64 años que busca comida en el basural

El marplatense Paulo, quién a los 64 años recorre los predios de disposición final de residuos.
Dice sentirse avergonzado por buscar comida en la basura.
Logró tener una nota para Todo Noticias (TN).

La historia de Paulo, un hombre de 64 años que recorre a diario el predio de disposición final de residuos de Mar del Plata en busca de alimento, ha sacudido a la comunidad local y expuesto una cruda realidad social.

A lo largo de su vida, Paulo se desempeñó en oficios como filetero y alambrador; sin embargo, la inflación y la falta de redes de contención lo han llevado a sobrevivir mediante la recolección de restos de comida que descartan supermercados e instituciones en el basural.

Desde hace semanas, el periodista Julio Bazán lo entrevistó para el programa TN Campo, donde Paulo narró con voz entrecortada la indignación y vergüenza que le genera la situación. “Todo lo que tengo puesto lo saco de ahí, menos la boina. Llevo un poco de comida para mí y para las perras. Sino no alcanza la plata. Muy difícil está. A mí me da vergüenza lo que hago”, confesó entre lágrimas mientras señalaba el lugar donde revisa cada bolsa de residuos para encontrar un bocado para él y sus compañeras caninas.

A lo largo de la entrevista, Paulo se quebró al recordar que toda su vida trabajó con honestidad: “Soy un tipo honesto y toda mi vida trabajé. Jamás toqué nada ajeno”, afirmó, visiblemente afectado por la impotencia que siente al depender de lo descartado por otros para alimentar a sus dos perras y a sí mismo.

Relató que decidió empezar a frecuentar el basural cuando advirtió que allí se arrojaban diariamente productos en buen estado por parte de supermercados: “Empecé a ir porque vi que tiraban comida. Prefiero hacer lo que estoy haciendo y no andar tocando una gallina”, agregó con un nudo en la garganta.

El caso de Paulo no es aislado en la ciudad costera: la Argentina enfrenta un contexto económico difícil, donde la volatilidad cambiaria y la carestía han empujado a muchos adultos mayores a situaciones de extrema vulnerabilidad.

Aunque existen programas sociales destinados a personas en situación de pobreza, la burocracia y la falta de alcance efectivo de estas iniciativas hacen que cada vez más vecinos de la tercera edad queden al margen. En Mar del Plata, organizaciones locales y redes solidarias han comenzado a movilizarse para asistirlo, coordinando donaciones de alimentos y ropa.

La repercusión en redes sociales fue inmediata: usuarios se unieron para visibilizar la historia de Paulo y reclamar políticas públicas que garanticen la asistencia a quienes dedicaron décadas a trabajar y hoy carecen de un sustento mínimo.

Algunos vecinos del barrio se organizaron para dejar comida en puntos cercanos al basural; otros compartieron el video de TN Campo, donde se aprecia con crudeza cómo Paulo revisa pilas de bolsas, sacando hasta el último pedazo de pan o restos de guiso.

“Me da vergüenza lo que hago”, repitió en varios pasajes de su relato. Esa vergüenza, sumada al temor de ser estigmatizado o excluido, reflejan el estigma que sufren muchos recicladores y trabajadores informales en Argentina.

A pesar de ello, su dignidad permanece intacta: insiste en que prefiere esta opción antes que “tocar” o delinquir para sobrevivir. Su voluntad de seguir adelante, aun en condiciones tan adversas, ha conmovido a quienes lo escuchan y motiva a la comunidad a exigir soluciones más efectivas.

Por su parte, organizaciones no gubernamentales y voluntarios locales han comenzado a gestionar envíos de alimentos no perecederos y mantas para apoyar a Paulo.

Asimismo, algunos vecinos preparan una campaña de recaudación para brindarle un ingreso fijo que le permita dejar de depender exclusivamente de lo que encuentra en el basural. Sin embargo, advierten que estas acciones solidarias, aunque valiosas, deben complementarse con políticas integrales que garanticen el acceso a la salud, la asistencia social y oportunidades de reinserción laboral para las personas mayores en situación de vulnerabilidad.

La historia de Paulo no solo visibiliza las carencias de un individuo, sino que pone en primer plano la urgencia de atender a un sector etario que, pese a haber entregado sus mejores años al trabajo, se ve arrinconado por la crisis.

Su testimonio invita a cuestionar la responsabilidad colectiva y a exigir a las autoridades la implementación de medidas que protejan a quienes, como él, luchan cada día por un plato de comida.

Lectores: 307

Envianos tu comentario