Una caldera explotó y aún hay voces que no son escuchadas
"Es irreversible lo que se perdió, no hay manera de entender por donde empezar", expresó Rocío Regalía a NOVA, quien en las primeras horas del pasado miércoles 7 de julio sufrió un giro de 180 grados tras la explosión de una caldera en una fábrica ubicada en la zona de avenida Pedro Luro y Bolivia.
Dicha destrucción se expandió a 2 casas vecinas, de las cuales una fue de Rocío. Vidrios estallados y la caída plena del techo dejó su hogar en caída cual castill de naipes.
Su familia no sufrió daños físicos, pero si el vacío de lo que refiere a lo material, esparcido entre humos y gritos. Su marido e hija de apenas 12 años pudieron salir afuera del desastre mismo. "Apenas salí con lo puesto y no entendía que fue lo que había pasado, como si hubiesen detonado una bomba", expresó.
La explosión aturdió a todos y dejó los hogares por los suelos, lo que ocurrió en la fábrica textil decantó en pérdidas inmensas e incalculables. A su vez, se cobró la vida de Paola Codoni de 42 años, quien fue recordada con mucho amor el pasado martes 20 de julio por Rocío.
A pesar de los hechos judiciales y demás, la refacción de la firma Tejiendo Arte SA se encuentra llevando adelante, para volver al mercado mismo. Sin embargo, las viviendas que fueron víctimas aún son puros escombros. Nadie les ofreció una mano, siquiera desde la Comuna o la empresa privada misma.
De un día hacia el otro se han quedado sin nada y mucho menos se puede llegar a recuperar algo. La caldera se encontraba de lo más cercana a su pared, con lo cual se llevó puesta la misma y toda la construcción misma.
Ahora bien, la familia le contó a este medio que la caldera realizaba ruidos a lo largo y ancho de los meses, pero el dueño lo minimizaba. Según fuentes anónimas, indican que no se le estaba realizando un seguimiento o debido mantenimiento tras la llegada de la pandemia en el anterior año.
Regalía se presentó como particular damnificada en la causa por homicidio culposo a cargo del fiscal Pablo Cistoldi de la UFI 11 y aseguró que hasta el momento no se realizaron las pericias correspondientes para determinar las causas de la explosión. Del mismo modo, aún se está con la mínima esperanza de que se corresponda al seguro de su casa, actualmente en ruinas.
Según otras fuentes aseguraron a NOVA que "desde la empresa textil se afirma que el seguimiento se hizo cargo siermpre de darle un mantenimiento, la culpa está en quien dijo que estaba todo bien". "Uno se especializa en telas, no calderas", sentencian.
Las versiones son variadas, partidas en cuanto al eje de si la caldera estaba en condiciones de funcionamiento. Desde allí, las culpas pueden radicarse en si la firma Tejiendo Arte SA contrató al mantenimiento, o bien si la empresa encargada no realizó su labor y cometió negligencia.
Parece una pesadilla entender que en menos de 24 horas, la paz del hogar se transorma en una crisis detonante. Como se ha referido en esta nota, un pleno giro de 180 grados, de catástrofe sin respuestas.
