Virginia Sívori, precandidata a concejal marplatense del Frente de Todos, parece correr con demasiada desventaja de cara a las próximas Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Ya que, las controversias alrededor de las fiestas clandestinas del presidente Alberto Fernández, las internas en el oficialismo y el Gobierno con una deteriorada gestión, dan por terminado el recorrido electoral local del kirchnerismo.
Antes del cierre de listas, la problemática recorrió bastante a través de quienes encabezarían las planillas para las bancas en el Concejo Deliberante de General Pueyrredón. La puja se debía entre el albertismo y kirchnerismo, como una suerte de peronistas de vieja política y jóvenes camporistas.
De esto último, resultó la exclusión de dirigentes como Daniel Rodríguez, además de la supresión de ciertos radicales K que lideró en precampaña el ex edil Mario Rodríguez. A pesar de ello, muchos entendían que podría acercarse una lista interna que mantuviera todo aquello de pie, pero también el revuelto de posibles precandidatos era una incógnita.
Mientras se esperaba el liderazgo de ese “peronismo federal” con el director de la Escuela Superior de Medicina en la Universidad Nacional Mar del Plata (UNMDP), Adrián Alasino, Sívori siguió manteniendo el silencio con confianza y negociando con la parte sindical de Miguel Guglielmotti, titular de la CGT marplatense.
La caldera estuvo al borde de la explosión tras el intento del director de Correo Argentino, Rodolfo “Manino” Iriart, de querer ser la figura política del Gobierno nacional, pero a la fuerza. Sin embargo, parte del núcleo K lo quiso fuera por su cercanía al sector más “peronista de huesos negros”.
Al momento del cierre de listas, el pulgar abajo hacia su planilla hizo que las internas se tornaran en rojo entre albertistas y kirchneristas, con lo cual la campaña electoral terminó retrasándose.
Pasado los paños fríos, la concejal se puso en camino para intentar renovar su banca dentro del Poder Legislativo de Mar del Plata, aunque ello no fue todo. Ya que, se filtraron vídeos e imágenes del máximo mandatario en fiestas clandestinas, desde la Quinta Presidencial de Olivos. Ello fue un giro de 180 grados para Sívori en estrategia de campaña.
La cartelera en calle, los spot oficiales en medios radiales y televisivos, las fotografías en redes sociales, el lanzamiento de campaña y las visitas en obras dadas en la ciudad, suprimió por completo a Fernández. Sin embargo, se centró en mostrar a la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, al gobernador Axel Kicillof y hasta a la precandidata nacional Victoria Tolosa Paz, lo cual reavivó internas locales.
“No existe lista unidad en Mar del Plata, porque fue impuesta a la fuerza”, expresan a NOVA fuentes anónimas y oficiales. Por lo cual, se denuncia la falta de militancia en calles y la poca predisposición de “compañeros” a la hora de generar posibles votantes entre los vecinos.
En “off the record”, se llegó a afirmar que ni en los Zooms personales se sobrepasa el número de 12 personas, como total del equipo para trabajar Mar del Plata-Batán. Hay quienes indican, a este medio, que “muchos peronistas abandonan el barco, mientras otros se quedan por el sueldo hasta que acabe este Gobierno para nada peronista”.
Uno de los sorprendentes grupos que abandonó el barco sería La Cámpora (seccional Mar del Plata) como consecuencia de la poca respuesta y financiamiento de campaña. Según se pudo saber desde NOVA, la mayor traba estaría en “Manino”, quien operaría como venganza desde las sombras para que no llegue materia prima de campaña. ¿Moverá influencias en el Correo Argentino para hacerla perder?
Ante todo lo referido a lo largo y ancho del panorama, se puede dejar en claro que podría esperarse una fuerte caída del voto K duro, como ya sucedió en las elecciones de Salta, Misiones y Neuquén. ¿Habrá “plan B” para no decaer en una derrota de lo más apabullante para quienes estuvieron a casi 9 mil votos de quedarse con la intendencia en 2019?
