Concejo Deliberante
Centésimo aniversario de la asunción

Realizarán homenaje a Hipólito Yrigoyen en el Concejo Deliberante

El ex presidente Hipólito Yrigoyen, a cargo del primer Gobierno constitucional argentino.

El miércoles 12 de octubre a las 11, en el Recinto de Sesiones del Honorable Concejo Deliberante del Partido de General Pueyrredón, se llevará a cabo un acto en conmemoración del centésimo aniversario de la asunción a la presidencia de don Hipólito Yrigoyen, primer Gobierno constitucional elegido por el imperio de la Ley Sáenz Peña.

Al finalizar, los presentes se dirigirán al monumento ubicado en la intersección de las calles Rivadavia e Hipólito Yrigoyen para depositar una ofrenda floral.

La iniciativa legislativa pertenece al concejal radical Mario Rodríguez, y destaca que "el día 10 de febrero del año 1912, se sancionó la Ley 8871, conocida como `Ley Sáenz Peña´, que estableció el voto secreto, universal (aunque en verdad era solo masculino) y obligatorio. El 12 de octubre de 1916, seis meses después de la aplicación de dicha ley, asumía por primera vez como presidente de la República el Dr. Hipólito Yrigoyen".

La fórmula Yrigoyen-Luna se alzó en las elecciones de 1916 con el 49% de los votos emitidos, convirtiéndose Hipólito Yrigoyen en “el primer presidente democrático de la República”.

Un nuevo esquema de gobierno

El primer gobierno de Yrigoyen fue innovador en varios aspectos para la historia argentina. Además de haber sido elegido mediante la reforma electoral por la cual luchó por varios años, fue el primer presidente surgido de las clases populares, rompiendo así con la hegemonía conservadora. También marcó el ingreso de la clase media en la política del país; fue el primero en adoptar una línea nacionalista y en plantear una reforma social.

Asumió la presidencia en el marco de una crisis provocada por la Gran Guerra en Europa, lo que provocó el cierre de los mercados argentinos, frenando gran parte de la actividad económica. Esto repercutió en grandes manifestaciones obreras, y se reflejó en el crecimiento exponencial que experimentaron los gremios durante el período.

Se sancionaron reglamentaciones para proteger a los campesinos y se crearon cajas jubilatorias para empleados públicos y estatales. Dictó medidas para que la Argentina controle sus transportes, yacimientos energéticos y su propia moneda. Las tarifas de los ferrocarriles operados por capitales británicos fueron reguladas, mientras que se crearon líneas férreas estatales.

En 1922, fundó Yacimientos Petrolíferos Fiscales, empresa estatal destinada a explotar las riquezas energéticas del país. El estallido de la Reforma Universitaria fue bien visto por su gobierno, e Yrigoyen impulsó una serie de normas a favor de los reformistas.

En materia de política internacional, Yrigoyen mantuvo una posición neutral ante la Gran Guerra en Europa, y finalizada la misma abogó por la igualdad entre naciones vencedoras y vencidas, a la vez que defendió el principio de no intervención.

La expansión económica que experimentó la Argentina durante el periodo conocido como “República radical”, sigue siendo hasta hoy uno de los ciclos de mayor crecimiento económico en la historia argentina, sólo superado por la gestión del presidente Arturo Illia.

Los sucesores

Yrigoyen brindó su apoyo para sucederlo en la presidencia a su amigo Marcelo Torcuato de Alvear, quien ganó las elecciones para presidente de la Nación en 1922. Pero durante la nueva presidencia radical de Alvear se produjo el quiebre de la UCR entre los antipersonalistas e yrigoyenistas.

Para las elecciones de 1928, la UCR se presentó en dos partidos, por un lado la Unión Cívica Radical con Yrigoyen a la cabeza y por el otro la Unión Cívica Radical Antipersonalista con Leopoldo Melo. Yrigoyen ganó por segunda vez con amplia mayoría en unas elecciones que fueron conocidas como “El Plebiscito”.

Durante su segundo mandato, ocurrió el “Crac del 29”, la mayor crisis financiera mundial hasta ese momento. El Gobierno no pudo reaccionar ante la crisis y fue perdiendo apoyo. El 6 de septiembre de 1930 fue derrocado por el primer Golpe de Estado en la etapa constitucional de la Argentina, comandado por José Félix Uriburu.

Poco antes de su destitución, su Gobierno estuvo cerca de lograr la nacionalización del petróleo; este hecho se lo vincula como uno de los vectores del golpe de Estado.

Tras su derrocamiento, fue confinado a la Isla Martín García, donde compartió presidio con varios presos políticos. Falleció el 3 de julio de 1933, y fue acompañado a su última morada por una de las manifestaciones espontáneas más masivas de la historia argentina, pues una multitud trasladó a pulso su féretro hasta el Cementerio de la Recoleta.

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