Tras su paso como subsecretario de Relaciones Institucionales, Loria fue el único militante arroyista en ingresar al Concejo Deliberante en las elecciones de 2017 por la lista del entonces Cambiemos, que aún contenía a Agrupación Atlántica dentro su alianza. Luego de la catastrófica derrota de 2019 donde el entonces oficialismo –con lista corta- no logró ingresar ni un concejal, permaneció como el único integrante del bloque, desde tejió inmediatamente una alianza con Juntos por el Cambio.

De un marcado perfil bajo, además desde marzo dejó de asistir al Concejo Deliberante por encontrarse dentro de la población de riesgo. Su mano alzada, igualmente, siempre estuvo al servicio del gobierno cuando fue necesaria.

A fines del gobierno de Arroyo, Loria inició intentos para ocupar alguno de los puestos vacantes en los Juzgados de Faltas, aunque el nulo capital político del arroyismo hizo infructuosa la intentona. Ahora sí, conchabo mediante, dos años después se garantizará una renta fija.

Cuando se oficialice la renuncia de Loria, su lugar deberá ser ocupado hasta el 9 de diciembre de este año por el primer suplente de la lista por la que fue electo, es decir, la de Cambiemos de 2017. Si bien ese lugar corresponde a la directora de Cooperación Internacional, Colectividades y Culto de la Municipalidad de General Pueyrredon, Florencia Ranelucci, quien asumiría sería Juan Ignacio Tonto.

En varias oportunidades, el exreferente de la denominada Juventud Arroyista reemplazó a Loria en sesiones a las que no pudo presentarse por razones médicas. Su llegada le garantiza al macrismo seguir contando con ese voto clave, por lo que la ecuación de voluntades no tendría variantes.