Gremiales
El sindicalista que la quiere para él

Antonio Gilardi: el negociador serial que se beneficia a costa de los trabajadores

El controversial sindicalista lleva 22 años al frente del STM, en lo que corresponde ya a su sexto mandato consecutivo.

Antonio Gilardi es el actual titular del Sindicato de Trabajadores Municipales, aunque destaca por su negociación con todos los gobiernos locales para mantenerse en el poder, en el cual ya cuenta más de 20 años. Ahora bien, está en el ojo de la tormenta, ya que habría siempre una cometa individual a la hora de obtener victorias electorales.

En noviembre del año pasado, el polémico sindicalista se tomó la potestad de realizar medidas de fuerza sin límite para presionar al Gobierno municipal. Poco le importó que se viviera una situación de crisis en plena pandemia por el Covid-19, al mismo tiempo de qué su salario y el de los empleados estatales sale de la carga contributiva que bancan todos los marplatenses.

“Cuando los trabajadores municipales estamos en peligro laboral, él ni aparece o atiende”, expresan círculos cercanos al titular del STM. Y añaden: “se acuerda de nuestros derechos, solamente cuando se acercan las paritarias”.

Según indican algunos integrantes anónimos del sindicato, los arreglos que tendría siempre el titular de la entidad con los Gobiernos municipales, dejarían en el olvido las contadas oportunidades en las que no se les respeta los derechos laborales a los empleados. Ya que, tras cada tratado en negro, se estaría violentando o dejando de lado la forma en que a veces se encuentran los trabajadores.

Una de las polémicas que más envolvió a Gilardi fue cuando le presentó una rara nota al ex intendente Carlos Fernando Arroyo, pidiendo la reincorporación de los empleados municipales echados por corrupción en el gobierno de Gustavo Pulti. “No hay delito alguno, sino simplemente una investigación”, afirmó en aquel momento, haciéndose el desentendido de la famosa causa penal de las “licencias truchas”.

“Los medios locales ni siquiera hablan de él, por miedo a las represalias o que se les niegue el acceso a las coberturas del Concejo Deliberante”, sentencian empleados del municipio. A lo que también agregan: “tiene plata metida en cada lado, que a veces no se entiende por qué sigue ganando”.

Polémicos nombres en la lista oficial

Además de ser profesional en llamar “discapacitado mental” a cualquier funcionario que lo contradiga, o que se encuentre en las antípodas de sus maneras, también destaca por acomodar ajenos y propios en sus negocios. Por ende, Gilardi intentaría siempre arreglar en la mesa chica sus victorias contra listas opositoras, con el fin de perpetuarse en el poder sindical.

En primer lugar, se encuentra Gastón Armendariz que está al frente Finanzas, pero destacó por ser uno de los argentinos varados en el exterior tras el inicio de la pandemia. Junto a más de 200 compatriotas quedó abandonado en Tailandia. Más allá de eso, la polémica fue que el sindicato le habría financiado su vuelta, a través de un vuelo de Ethiopian que hizo escala en San Pablo.

Luego, está Cristian Chaulet, encargado de Organización y militante activo del Partido Socialista, quien tiene su ganancia en el sector privado vendiendo al por menor de artículos de relojería y joyería. Entre sus pares, anuncian que se trataría de una persona que acosaría a compañeras y actuaría de forma violenta con otros empleados que critican sus formas.

Después está Ricardo Pignataro, quien es reconocido referente y militante del Peronismo K en la Facultad de Derecho, además de integrar el departamento de Relaciones Públicas y sindicales. Sin ir más lejos, maneja a La Renovación Universitaria, un espacio político integrado por varios representantes de La Cámpora local.

Por último, se encuentra Alejandra Ayek, al frente de Educación y secretaria general del sindicato de docentes, una histórica y oscura mujer del gremialismo. En el sector privado, se hace su nicho a través de servicios inmobiliarios, realizados a cambio de una retribución o por contrato.

Ante todo lo referido anteriormente, se puede dejar muy en claro que Antonio Gilardi es uno de los tantos sindicalistas imperialistas, quienes utilizan los gremios para poder realizar aprietes. “Es un mafioso que se encarga de sus negocios y deja en el olvido a los trabajadores”, denuncian desde los pasillos del Palacio Municipal.

Lectores: 575

Envianos tu comentario