Estuvieron presentes los concejales Vilma Baragiola (UCR), Angélica González (CC), Verónica Lagos (UC) y Patricia Mabel Serventich (AA), además del defensor del Pueblo, Fernando Rizzi; y el subsecretario de Salud, Dr. Pablo De La Colina, entre otros funcionarios, allegados, integrantes del equipo interdisciplinario de esta ONG, pacientes y familiares.

En primer término, fue proyectado el video institucional “Historias de Abuelas. La identidad no se impone”, realizado por personal del Teatro Auditorium-Centro Provincial de las Artes. Luego, se emitió una canción compuesta e interpretada por músicos locales, que se sumaron a una iniciativa solidaria que busca consolidarse en la comunidad.

Posteriormente, Rodríguez dio la bienvenida a los presentes: “Buenos días a todos. Estoy muy emocionado. Mujeres comunes viviendo situaciones extraordinarias, es el trabajo de algunas personas que en conjunto, en equipo, hacen una labor fundamental, manejando este tren imparable que es Pequeños Guerreros. Cuando tuve la posibilidad de conocerlos vi el amor con el que se desempeñan”.

“Tenemos que tomar conciencia de lo importante que es apuntalar iniciativas como éstas. Veo en ustedes una especial sensibilidad, típica de personas comprometidas. Quiero que sepan que este proyecto contó con el apoyo de todo el Concejo Deliberante, compuesto por fuerzas políticas de distinto color. No bajen los brazos, sé que es difícil, porque están empujando en un mar de complejidades, dejando cuestiones familiares de lado. Pero ustedes también son guerreros”, agregó.

Por su parte, tras recibir la distinción, Cristina Gramajo expresó: “Quiero agradecer a Mario Rodríguez y a Mercedes Parreira, que desde que nos conoció jamás nos soltó la mano. Me siento muy feliz, junto con mi marido estamos cerrando una etapa personal con este reconocimiento. Este acto es muy significativo, no sólo por el valor del reconocimiento sino por su visibilización. Estamos funcionando en una sede provisoria, que no es la adecuada y aspiramos a encontrar un lugar propicio para atender a las familias y los chicos. Contamos con muchos voluntarios, fortaleciéndonos. Pero seguimos necesitando ayuda. Y la esperanza jamás la perdemos, nunca bajamos los brazos”.

“Por ello, nos inspiramos en los chicos, que siempre afrontan las dificultades con una sonrisa, mostrando que más que pacientes son, por sobre todas las cosas, niños. Nuestra misión es despertar la solidaridad que todos tenemos, aunque esté escondida en el marco de un sistema capitalista que a veces hace que olvidemos nuestra esencia. La empatía es sanadora. Y la participación, también. Hay que dejar de mirar hacia los lados y comprometernos. Estamos viviendo una fiesta. El hogar es de puertas abiertas. Muchas gracias”, finalizó Gramajo.