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Modalidad desconferencia

La sexta edición del Barcamp Mar del Plata marcó récord de asistencia

Lo distintivo de un Barcamp es que nadie sabe de qué ni quién va a dar una charla.

Con récord de asistencia que no sólo disfrutó de una jornada diferente sino que mostró su costado solidario y colaboró con un alimento no perecedero que fue donado a la ONG "Por amor al prójimo", el Barcamp Mar del Plata llevó a cabo una nueva edición que estuvo a la altura de lo esperado, o por encima.

Charlas de todo tipo, gente que se animó y habló de diferentes temas, todos con muchas ganas de escuchar y aprender, pero sobre todo, compartir un evento distinto, que llegó como novedad a la ciudad y que ya se instaló para volverse un clásico de todos los octubres.

Barcamp no es una anticonferencia porque no está en contra de nadie ni de nada. Es una desconferencia. Es democrático, libre, gratuito, educativo, divertido, diverso y autogestivo.

El sábado a las 14, dos horas antes de la apertura de las puertas, un grupo de fanáticos ya estaba sentado esperando afuera. A las 16, cuando se dio la bienvenida a los concurrentes, la cola ya llegaba hasta la esquina de Alvarado y Olavarría.

Los 350 asistentes empezaron a ingresar a las flamantes instalaciones del CEM English, los primeros tuvieron la suerte de conseguir la clásica y renovada remera del evento, garabateada por Esmile Studio, uno de los tantos colaboradores. Todos, no fallaron en el pedido de los organizadores y llevaron un alimento no perecedero para ser donado a la ONG "Amor al Projimo" que asiste a 175 familias.

Lo distintivo de un Barcamp es que nadie sabe de qué ni quién va a dar una charla. Cualquiera de los participantes puede voluntariamente anotarse en una pizarra, elegir la sala y hablar. Y así como cualquiera puede ser orador, también libremente el público ve las diferentes propuestas que se anotaron en ofrecen y elige a qué sala entrar.

Las temáticas suelen ser vinculadas a tecnología, diseño, marketing y emprendendimientos. En ese orden. Pero al ser libre, sin restricciones, nunca falta quien quiere hablar sobre un viaje o una receta de cocina novedosa. Este año, entre otros disertantes, nos sorprendieron las excelentes charlas de Seba Acampante, fundador de Trimarchi, e Iván Ivanoff, creativo tecnólogo de Buenos Aires que viajó especialmente para compartir sus experiencias y su visión sobre cómo innovar (de verdad).

"Este Barcamp fue el mejor", se escuchaba en los pasillos a medida que se retiraba la gente. Fueron un poco más de cuatro horas de camaradería, siempre acompañados de rica cerveza artesanal y pochoclos, gracias al invaluable apoyo de quiénes son ya mucho más que sponsor, en realidad amigos, que permiten que año a año el espíritu de Barcamp se agrande y consolide.

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